domingo, 9 de septiembre de 2007

Qué no debe omitir una reforma fiscal

La evidente presentación de la reforma fiscal ante el Congreso, nos brinda la oportunidad de realizar una reflexión sobre que debería contener una reforma fiscal…
Si la reforma que se presente tiene por objeto único, el incrementar el ingreso público, evidentemente y sin ser negativa llegaría a la conclusión que sería un fracaso.
La actual estructura tributaria es injusta, complicada y costosa, por lo que una reforma que sólo contemple un incremento en el ingreso público en nada ayudará al crecimiento del país.
Una reforma tributaria deberá acabar con las injusticias originadas por: regímenes especiales, deducciones innecesarias y volátiles, tratamientos populares y en especial reduzca el costo de cumplir obligaciones fiscales. En fin considerar los cambios también desde la óptica del contribuyente.
Una de las propuestas para la posible reforma es un sistema de impuesto único. Para algunos especialistas este esquema presenta algunas ventajas al desincentivar la evasión y la elusión fiscal, entre las ventajas que según ofrece destacan que es:
Simple. Es fácil de administrarlo
Equitativo. Tanto personas físicas como morales tienen la misma tasa impositiva
Progresivo. Aplicando una exención general igual para todos, permite que quien tenga más ingresos pague más.
Reduce costos.
Elimina la doble tributación.